La elección de un spa de acero inoxidable suele estar motivada por motivos estéticos. De hecho, un tubo caliente de acero inoxidable se integra perfectamente en su entorno y lo resalta. El acero inoxidable le da al agua un color único. Su color plateado confiere al agua de la piscina reflejos inimitables que cambian según el entorno, la luz y el ángulo de visión.
El contacto del material también es muy agradable. Su superficie es a la vez suave y antideslizante, en particular gracias al acabado soft touch específico de todos nuestros spas.
Elegir un spa de acero inoxidable significa elegir el mejor material y el de mayor longevidad: el acero inoxidable 316L (llamado acero inoxidable marino) es el material que mejor resiste la corrosión y las consecuencias del tiempo en tu piscina. Por eso se utiliza mucho en la navegación, en construcciones costeras y en instalaciones químicas o industriales.
El mantenimiento de la piscina es sencillo: el acero inoxidable es un material naturalmente higiénico y además antialérgico. Su superficie no porosa evita la proliferación de algas y bacterias para un agua mucho más sana y clara.
Además, el acero inoxidable es un material 100% reciclable.
Por último, la estructura de un spa de acero inoxidable es muy ligera. Este es un parámetro importante a la hora de instalar un spa en la terraza de un edificio.
Linoxydable ofrece spas 100% de acero inoxidable 316L (calidad marina):
Tanto las partes en contacto con el agua como las partes estructurales están fabricadas con el mismo acero inoxidable.